Últimamente no hago nada. Ni las cosas que debería hacer ni las cosas que me gustaría hacer. Bueno, mentira, las que debería hacer sí que las hago, pero me cuesta sangre, sudor y lágrimas. En serio, llevo una temporada en que sólo tengo ganas de tumbarme y pensar todo el día. ¿En qué? En cualquier cosa, eso es lo de menos. ¿No os gusta pensar,
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